Título Original: Chronicle.
Título en español: Poder Sin límites.
País: Estados Unidos.
Género: Drama - Sci-Fi
Director: Josh Trank.
Guión: Max Landis.
Presupuesto: $12 millones.
Recaudación: $100 millones.
Sinopsis: Se centra en un grupo de jóvenes que adquieren poderes
especiales.
El
atractivo de Chronicle viene de su
excelente tráiler.
Escenas frescas y entretenidas pronosticaban
una película de superhéroes diferente a la que estamos acostumbrados. Chronicle
lo logra en su primera hora. Tiene un comienzo lento pero que no molesta, el
director Josh Trank se toma su
tiempo para que conozcamos a su personaje principal, Andrew. Un adolescente con
problemas familiares y con pocos amigos. El joven encuentra una forma de refugiarse en
sus conflictos: grabar todo lo que ocurre a su alrededor, allí viene
justificada la utilización de la técnica tipo documental.
El debutante Trank filma sus escenas con cámara en
mano y con punto de vista subjetivo, método que se ha vuelto muy popular y que
personalmente me desagrada. Escribiendo este post pude indagar más sobre el “found
footage” (“metraje encontrado”), así es como se le llama a este género
cinematográfico. La filmación de la película se hace en primera persona y se
usan movimientos inestables o vertiginosos, al
estilo documental. Paranormal Activity y Cloverfield son
ejemplos más recientes de este tipo de técnica que es su momento fue novedoso,
sin embargo se ha vuelto muy recurrente y utilizado, como en el caso de
Chronicle, para justificar escenas que costarían mucho dinero. Un ejemplo de
ello es cuando los tres personajes principales están volando y tienen un
accidente.
La
película costó apenas 12 millones de dólares y no se nota. El director logra
escenas espectaculares con gran habilidad en las que se supone un costo mayor. La
parte en que los personajes, Dane DeHaan (Andrew),
Michael B. Jordan (Steve), Alex Russell (Matt),
adquieren los superpoderes es la más entretenida. Ver como se adaptan y experimentan
sus habilidades son lo mejor de la
película. Los tres actores, desconocidos hasta ahora, cumplen y no desencajan.
Sobresalen los jóvenes DeHaan y Russell.
Chronicle
se convierte en una grata experiencia cinematográfica. El formato usado por el
director no es insoportable. Sin embargo, el tramo final de la película deja de
ser fiel a lo que tanto gustó en sus minutos iniciales: estuvo alejada de un
guion sin sentido y de grandes decoraciones tecnológicas. El cambio brusco de
Andrew no está suficientemente justificado y mucho menos sus decisiones posteriores. En
este tramo, el uso de la cámara en mano resulta poco creíble. Josh
Trank se dejó arrastrar por el atractivo que producen las grandes producciones
de superhéroes y el despliegue de efectos tecnológicos, convirtiendo el final
de Chronicle en un desastre. Personalmente, no era necesario el uso de la
cámara en mano en el film. Se dejaron por fuera escenas que le hubiesen
aportado mucho más contexto a la historia.
P.D: Chronicle tendrá segunda parte. Max Landis repetirá como
guionista.
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